miércoles, 29 de julio de 2009

Urban TV. Un festival diferente

Tras siete años de singladura, Urban TV es ya un referente entre los festivales que tratan de fomentar la televisión de calidad. En su última edición participaron más de 300 trabajos, procedentes de 35 países. Muchas de estas producciones ponen de manifiesto, año tras año, que "otra televisión es posible".

Fiel a sus objetivos iniciales, el certamen trata de animar el trabajo de los jóvenes realizadores, proponiéndoles que miren a la ciudad a través del visor de su cámara, para poner de manifiesto las carencias y contradicciones de nuestros ecosistemas urbanos y sugieran soluciones. La televisión abraza así uno de sus objetivos iniciales, para erigirse en herramienta de educación, en este caso en el ámbito de la vida y ecología urbanas.

Este es el trabajo ganador del premio a la mejor producción amateur en la edición 2008. Un breve documental, titulado "Hora de cenar", dirigido por el joven realizador armenio Gor Baghdasaryan. Un video realmente demoledor.





La edición de este año incluye un conjunto de actividades, que se concentran en la semana del 2 al 6 de noviembre en la Casa Encendida, en Madrid, de las que iremos dando buena cuenta en este blog. Por el momento, os animamos a enviar vuestros trabajos. Tienen cabida las producciones amateur, reportajes y documentales profesionales, así como vídeos de un minuto de duración y trabajos grabados con teléfono móvil. 

El festival está organizado por La Casa Encendida, de la Obra Social de Caja Madrid, y la empresa Avatar Wildlife. Podéis descargar las bases y formulario de inscripción, y visionar fragmentos de los ganadores de años anteriores en la web del festival: www.urbantvfestival.org

viernes, 3 de julio de 2009

El fracaso de los nuevos programas

Se acumulan los síntomas de agotamiento de la televisión convencional. Según un reciente informe de la consultora Corporación Multimedia, el 70% de los programas lanzados por los canales españoles, durante la temporada que ahora termina, resultaron un fracaso. La debacle alcanza a todo tipo de programas: talk shows, realities, ficción. Por ejemplo, sólo 4 de las 22 tv movies estrenadas lograron buenos resultados de audiencia.

El índice de fracasos, aunque rotundo, es similar al de años anteriores. Pero no por repetido deja de ser rotundo y sorprendente. Resulta asombroso que una industria poderosa y millonaria, no sea capaz de encontrar contenidos que interesen al público y se limite a dar nuevas vueltas de tuerca a ideas manidas que carecen de uno de los principios fundamentales en cualquier otro sector económico: la innovación.

Ciertamente ha sido un curso con fracasos estrepitosos. Entre todos ellos, quiza el más sonado haya sido el del nuevo programa de Javier Sardá. A pesar del éxito que acompañó al periodista en sus anteriores aventuras televisivas, "La Tribu" se mantuvo en antena durante poco más de un mes. Desde mi punto de vista, el fracaso de este programa fue una buena noticia para la salud cultural del país. No en vano, en su anterior late night show, Sardá había ofrecido un espectáculo cada vez más lamentable, erigiéndose por derecho propio en el rey de la telebasura. Tal como él mismo declaró en una entrevista, "Crónicas marcianas" le sirvió para ganarse el respeto del director de su banco, es decir, para engordar su cuenta corriente. Pero no es menos cierto que el programa no le acarreó el mismo respeto de buena parte la audiencia ni de la profesión periodística.

A la vista de los resultados, parece que el público está saturado de muchos de los contenidos actuales. Tengo la impresión de que hay una brecha cada vez mayor entre lo que ofrecen las cadenas y lo que interesa a los espectadores. Lo sorprendente es que los programadores sigan, año tras año, empeñándose en ofrecer más de lo mismo.