El festival Telenatura, que organiza la Facultad de Comunicación de la Universidad de Navarra, ha alcanzado este año su octava edición. En las proyecciones desarrolladas en Pamplona, el público ha podido comprobar, una vez más, que la sensibilización ambiental y la calidad televisiva pueden ir de la mano.
El final del festival en Pamplona marca el comienzo de una segunda etapa, en la que una selección de las películas premiadas será proyectadas en eventos que se celeberarán en varias ciudades españolas y de otrospaíses. Entre las sedes previstas para los próximos meses se encuentran Madrid, Sevilla, Córdoba, Vitoria, Goias (Brasil) y Dunedin (Nueva Zelanda).
Este año han participado en Telenatura 121 producciones de 25 países. El elenco va desde superproducciones de las más importantes cadenas y productoras europeas, asiáticas y americanas, hasta modestos trabajos de ONGs y de jóvenes realizadores que comienzan su carrera en este difícil terreno. Todas ellas comparten el objetivo de servir de instrumento para difundir el conocimiento y el respeto hacia la naturaleza. Un conocimiento cuya difusión cobra cada día mayor importancia, habida cuenta de las crecientes dificultades por las que atraviesa nuestro pequeño planeta azul.
Según los estudios de la Unión Mundial para la Conservación de la Naturaleza (UICN), cada año desaparecen más especies animales y vegetales. En la actualidad se considera que más de 19.000 especies están en peligro de extinción. Además, según los expertos, el cambio climático incrementa el riesgo de extinción para el 30% de las especies. Es necesario, por tanto, sentar los cimientos de una nueva relación entre el hombre y la naturaleza, basada en respeto y el cuidado de los eslabones más débiles de la cadena de la vida. Y esto implica, entre otras medidas, multiplicar los esfuerzos de información y sensibilización hacia todos los estratos de la sociedad.
La televisión, como medio de implantación prácticamente universal, resulta imprescindible para llegar hasta el gran público. Sin embargo, la experiencia demuestra que la comunicación ambiental a través de la pequeña pantalla se enfrenta a numerosas dificultades. En primer lugar, la información ambiental presenta cierta complejidad, lo que la sitúa en inferioridad de condiciones respecto a otros contenidos más sencillos, especialmente en el actual contexto de predominio casi absoluto del entretenimiento basado en contenidos ligeros.
A pesar de todo, hay ejemplos de documentales que han conseguido superar estas dificultades, presentando una buena combinación de información sobre los problemas ambientales, con dosis suficientes de entretenimiento para lograr atraer a un público amplio. Este es precisamente el tipo de producciones que suelen exhibirse dentro del festival Telenatura.
En su edición más reciente, el público de Telenatura ha podido disfrutar, entre otras, con la obra ganadora del premio Ciudad de Pamplona a la mejor película del festival, que este año ha sido la producción alemana El bosque, dirigida por Jan Haft (Nautilus Film). La película cuenta el ciclo vital de varias de las especies que habitan en los bosques europeos, mediante una narrativa sólida y una imagen dotada de una sensibilidad y espectacularidad fuera de lo común.
Más información en: www.unav.es/telenatura www.youtube.com/telenatura
Javier Fernández del Moral, catedrático de periodismo especializado de la Universidad Complutense de Madrid, aboga por la profesionalidad y el fortalecimiento de las asociaciones profesionales de periodistas, como contrapeso al creciente mercantilismo que se impone en los informativos de television.
Esta ha sido una de las propuestas formuladas en la conferencia inaugural de la tercera edición del foro de debate "Transformar la Television"', reunido en Madrid, durante el festival Urban TV, desarrollado en La Casa Encendida.
Fernández del Moral considera que la consolidación de estructuras organizativas de periodistas especializados ayudaría a mejorar la profesionalidad de los informativos, superando algunas de las multiples carencias actuales.
La tercera edición del foro "Transformar la Television" ha reunido a un centenar de expertos, que han debatido acerca de los programas informativos, en un contexto televisivo en el que el espectáculo parece imponerse a los criterios deontologicos tradicionales.
También han participado como ponentes en este foro Alicia Gómez Montano (subidrectora de informativos no diarios de TVE), Javier García de la Vega (subdirector de informativos de Antena 3) y Álvaro Rivas (subdirector de informativos de La Sexta), en una mesa redonda moderada por la periodista Rosa Maria Calaf.
Las conclusiones del foro se recogerán en un libro, que se sumará a los dos publicados en años anteriores.
Juan Meléndez, emigrante puertorriqueno a Estados Unidos, estuvo dieciocho años encerrado en una celda de cinco metros cuadrados, en una carcel de Florida, esperando a sentarse en la silla electrica. Pero la casualidad o el milagro permitieron que su inocencia quedara demostrada.
Un documental, dirigido por el realizador Luis Rosario Albert, cuenta esta impresionante historia. La película se ha estrenado en el festival Urban TV, en La Casa Encendida de Madrid. Allí hemos tenido la oportunidad de conocer a Juan, una persona vital, sencilla y entrañable, que lanza su voz serena y firme contra la pena de muerte. Tras 6446 días en el corredor de la muerte, su maximo deseo fue "ver la luna y hablar con chicas guapas".
En su recuerdo, los amigos de la prisión que fueron ejecutados, siendo inocentes como él mismo. Y lucha por la abolición de la pena capital. Hay mucho trabajo por hacer, ya que cada año son ejecutadas en el mundo miles de personas, en países como Estados Unidos, China o Irán.
Juan entregó personalmente una copia del documental que relata su historia al gobernador del estado de Nuevo México, donde poco después la pena de muerte fue abolida. Su intencion es seguir luchando para que ocurra lo mismo en otros lugares. Para lograrlo, contará con su testimonio y con este documental, convertido ahora en herramienta de paz.
Gracias, Juan, por tu luchavaliente. Y también por recordarnos que la luna es muy hermosa.
